A sus 17 años parecía que a Yolanda la vida se le escapaba de sus manos, un problema de insuficiencia renal era la amenaza, sin embargo, su propio hermano le dio una esperanza de vida al donarle uno de sus riñones y ahora vive para contarlo.

 

Silvia Yolanda Otero Nájera una joven universitaria originaria de la comunidad del Venado de Yóstiro en Irapuato, Guanajuato se ha convertido en una historia de vida, de éxito dentro de la cultura de la donación, la menor de 7 hermanos, hace poco más de tres años, le diagnosticaron insuficiencia renal crónica y dos años después logró en su propio hermano Jorge Armando encontrar la esperanza de vida y se convirtió en el primer caso de trasplante de riñón en Irapuato.

 

De acuerdo con el director del Centro Estatal de Trasplantes Rodrigo López Falcony en el 2015  aumentó en 20% el casos de donación de órganos, dado que en el 2014 se registraron 60 donadores, para el 2015 se tuvieron 75 donadores; con un registro de 98 trasplantes de riñones,  y en total fueron más de 330 trasplantes de riñón y corneas, un trasplante de hígado y uno de médula ósea, reconociendo que va en aumento la cultura de la donación.

 

Silvia Yolanda Otero Nájera se convirtió el 16 de febrero de 2015 en el primer caso de donación en Irapuato y a casi un año de esta intervención nos platica en exclusiva para Periódico Independiente que “mi problema era insuficiencia renal crónica, me enteré hace 4 años, no sabía que estaba enferma de los riñones, fue algo muy fuerte para mí, sabes que poder vivir o no, fue un 27 de agosto de 2011 cuando me dieron la noticia, estaba delgada, baja de peso, mi semblante y mi piel eran de otro color, mi apetito era bajo, así me sentía con esta enfermedad”.

 

Los doctores le explicaron que esta enfermedad era de alto riesgo, hasta ese momento fue cuando Yolanda y su familia supieron la gravedad de la situación  y el riesgo que existía, por lo cual comenzaron se mantuvo en lista de espera en busca de un donante y el milagro llegó.

 

“no sabía lo que era esta enfermedad, me explicaron que necesitaba un nuevo riñón, me pasaron a lista de espera si no tenía un donador, fue algo crítico para mí, porque dije a lo mejor no tengo a nadie que me lo quiera dar, que sea compatible, mi enfermedad era silenciosa, incluso me podía quedar dormida y morir, ellos no sabían en qué grado trabajaban mis riñones”, narró Silvia.

 

Luego de un año de espera, estudios a los 8 integrantes de su familia, le dieron la noticia que un familiar podía ser su donante, esta noticia cayó como del cielo, dado que a sus 26 años Jorge Armando Otero Rodríguez hermano de Silvia Yolanda, podría ser su esperanza de vida  sin dudarlo, en un gesto de humanidad, entregó uno de sus riñones para salvarle la vida a su hermana.

 

“Después de un año, mis hermanos y mis papás se hicieron las pruebas de compatibilidad y solo un fue compatible, mi hermano Jorge Armando es el más chico de los hombres, gracias a Dios estuvo siempre conmigo, siento más hermandad con él, no encuentro las palabras para agradecerle, lo que me dio fue demasiado, me cambio la vida, antes no podía hacer muchas cosas, ahora puedo estudiar, puedo ayudar en la casa, le ayudo a mi madre; al donar un órgano no pasa nada, podemos salvar vidas, no se cierren en temas de religión o cualquier otra idea, pueden hacerlo”, concluyó Yolanda Otero.

 

Genoveva Nájera Jaramillo y José Carmen Otero Rodríguez padres de Silvia Yolanda, también están agradecidos con la ciencia, con los doctores y con el centro estatal de trasplantes, por lograr este milagro de vida, ya que lo que era una pesadilla se convirtió en un sueño hecho realidad.

 

“me siento muy feliz, con ella enferma sentía que no iba a resistir, que la vida se me estaba acabando, gracias a Dios la veo con una vida, no tengo palabras para agradecer a los doctores Jorge Gutiérrez, Rodrigo López Falcony, la doctora Monse, la directora del Hospital General Mónica Reyes, a la secretaría de salud de Guanajuato siempre los estoy bendiciendo, confié mucho en ellos, a los que estén pasando por el mismo caso, no se den por vencidos, nosotros no sabíamos de la donación de órganos, pero nos orientaron, nos informamos y aunque me desesperaba y pensaba lo peor, confiaba en que no pasaba nada y se iba a componer, sí te vas a componer le decía a mi hija” dijo la madre de Silvia.

 

Mientras que las palabras de un padre se transforman en sabiduría y esperanza, por el milagro obtenido, lo que aseguraron la pesadilla quedó atrás para la familia Otero Nájera, “no nos dimos por vencidos, actualmente hay muchos materiales para hacer trasplantes, tocamos puertas para que nos escucharan, los doctores nos ayudaron mucho, yo estoy muy agradecido, aquí está mi hija sana y salva, esto paso como una pesadilla a un sueño, no creíamos, pero ahora le decimos al a la gente que enfrente esto y que pida ayuda”.

 

A nombre de su familia, padres y hermanos, Silvia Yolanda agradeció el favor de la vida que le devolvieron con el apoyo de sus padres, de su hermano Jorge que ahora lleva algo de él en su cuerpo, a la fundación CENTRA que le apoya con el tratamiento.