La lancha que adquirió y entregó el gobierno municipal de Salamanca encabezado por Beatriz Hernandez Cruz a los habitantes de la Comunidad de Comaleros, no pasó por un proceso de adquisición, ni de compra, ni facturación, ni cuenta con dictámenes de Protección Civil, lo que deja al descubierto un proceso plagado de irregularidades.

Mediante un documento firmado por Nancy Biridiana Martínez Villalobos titular de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Salamanca, se constató que no existe una factura de compra, ni contrato, ni dictámenes de protección civil que respalden la adquisición de esa lancha, tampoco informaron sobre la partida presupuestal de la cual salió el supuesto pago de esa embarcación, pasando de la lancha de las burlas, a la lancha fantasma, que nunca se supo de donde salió, tal y como salió de manera repentina y sin explicaciones una camioneta blindada para uso personal de la alcaldesa, con costo de más de 1 millón de pesos.

El pasado 11 de Agosto en lo que fue considerado una burla para los salmantinos, la alcaldesa Beatriz Hernandez Cruz posteo en sus cuentas oficiales de redes sociales “Durante años, los habitantes de La Comunidad de Comaleros, vivieron la riesgosa necesidad de realizar este cruce en condiciones nada favorables y ante el peligro de sufrir un accidente. Ahora, como parte de las acciones bien hechas para mejorar la calidad de vida de las y los salmantinos, brindamos apoyo con una lancha y todo el equipo de seguridad necesario para que el cruce, que por cuestiones geográficas les resulta obligado, cuente con las medidas de seguridad necesarias, permitiéndoles una mejor movilidad” y de inmediato las burlas no se hicieron esperar.

De acuerdo con un portal de ventas, una lancha de similares características tiene un valor en el mercado de $12,999 en promedio, lo que ha dejado de manifiesto la austeridad de MORENA y del gobierno municipal para no preferir la construcción de un puente que beneficie a más de 600 familias de al menos 5 comunidades y optar por una lancha fantasma plagada de irregularidades, en otro intento de burlarse de la sociedad.