A 100 días de cambios, las unidades deportivas pierden terreno y lucen abandonadas, con maleza, daños en pista de atletismo, grafitis, áreas verdes en sequía, basura, baños sin agua, con desechos orgánicos malolientes y daños estructurales.
A pesar de las inversiones millonarias, las sedes de las unidades deportivas de la ciudad dan una cara deprimente; la justificación es la pandemia, pero la ausencia de visitantes, los daños y la falta de mantenimiento son evidentes.
En un recorrido por la unidad deportiva Mario Vázquez Raña de Irapuato, es lamentable las condiciones en las que se encuentra este inmueble, las afectaciones son evidentes en la pista de atletismo con rupturas, los campos empastados llenos de hierva, con bultos de tierra que pudieran ser un riesgo de lesión para los usuarios y en gran parte del césped es apreciable cómo está seco, además de que hace varios meses no están en uso; lo mismo ocurre con la cancha infantil que se mantiene llena de maleza de hasta 1m de altura en lo que antes era una zona de pasto.
Los baños llenos de suciedad, malos olores, sin agua, convertidos en un foco de infección, pero con costo de 5 pesos; a lo largo de los pasillos la basura es el panorama, latas, botellas, envolturas, papeles y cualquier cosa ensucia la vista; de las canchas de bádminton ni se diga, la área de trinquete con el piso dañado, redes rotas y deteriorada, mientras que las instalaciones eléctricas expuestas son un elevado riesgo de descargas eléctricas.
Aunque ha habido incrementos en los costos de acceso y servicios que ofrecen las unidades deportivas, los recursos no se ven aplicados para mejorar las malas condiciones en las que se encuentra; en Irapuato el costo es de 7 pesos por entrada general, estacionamiento 17 pesos, y las rentas de los espacios van desde los 30 pesos hasta los 10 mil pesos, mientras que en deportivas de municipios pequeños como Abasolo por citar alguno, el costo de acceso es de 2 pesos y sus instalaciones son de primer nivel con dos canchas de fútbol de medidas reglamentarias con pasto sintético, contrario a la pésima imagen y realidad de las instalaciones de COMUDAJ Irapuato.
Janet Estrada Ponce directora de COMUDAJ a más de 2 meses de su llegada no ha tenido la sapiencia para afrontar los problemas que prevalecen en su despacho, la reunión del 11 de diciembre fue para revisar estos temas pero no hay avance, por el contrario sigue el deterioro, la actual titular del deporte en Irapuato, atiende y prepara eventos desde el escritorio y para la fotografía, la realidad es que no basta ser deportista, sino conocer un poco más allá de los procesos administrativos, tomando en cuenta que como deportista hasta el acceso a las deportivas quería que le regalaran y en la actualidad las necesidades que se arrastran desde hace tiempo son las que se deben resolver.